el pequeño comercio, ¿atrapado por la reforma fiscal?:
Hablando del comercio minorista en su conjunto, en el año 2013 se pudo observar una disminución significativa en las ventas de éste sector, según los indicadores presentados en informes y cifras dictadas por institutos relacionados así como por los propios comerciantes minoristas y mi particular percepción. Se menciona inclusive dentro de los comerciantes nacionales que el sector más castigado comparado con 2012 es el de la alimentación.
Muchos de estos comerciantes sienten cierto temor hacia las nuevas medidas tomadas en la reforma fiscal actual. ¿Por qué? Quiero pensar que se debe al desconocimiento de la misma y, por supuesto, a lo agresiva de ella. Sin embargo, ante la imposición de la reforma, el sector minorista debe (y tiene) que reaccionar ante la “amenaza fiscal” proponiendo estrategias y trabajo enfocado a la creación de sistemas atractivos, confiables y seguros para sus clientes, con la calidad y competitividad requeridos para la cuestión. ¿Difícil? Creo que nada es fácil en éste medio ni en la vida. ¿Necesario? ¡Sin duda alguna!
Para varios expertos en marketing, este problema se observa al notar que el cliente actual pide un mayor valor añadido a los productos y una demanda más exigente que termina finalmente por disminuir o cambiar sustancialmente sus hábitos de compra. Por esta razón, desde el sector de pequeñas y medianas empresas, se les llama a los vendedores a adaptarse a las necesidades de lo que realmente busca el comprador. Cuando los hábitos de consumo cambian, a las empresas no les queda más alternativa que adaptarse de inmediato para no terminar fuera del mercado. Una reorientación del mercado hacia los productos sustitutos y hacia las ventas online, beneficiarían sus resultados de manera significativa.
De ahí que podamos considerar a las herramientas web como la fórmula perfecta para conocer el perfil del cliente estratégico y, ya conociéndolo, hacer más fácil la optimización de las estrategias de comunicación y la inversión en marketing a través de acciones segmentadas y medibles que son tan necesarias para optimizar esos resultados y permitir afrontar mejor esta condición.
Si tomamos en cuenta además que para el año 2013, las ventas por internet se elevaron alrededor de un 40% en comparación a 2012 en la mayoría de los países latinoamericanos, la tendencia al online se ve claramente favorecida a seguir incrementándose debido a su accesibilidad y a la entrada de más dispositivos móviles conectados a internet, entre otros factores más.
El universo de pagos por internet y de comercio electrónico tiene un gran aliado hoy en día con los smartphones (teléfonos inteligentes) y demás dispositivos móviles, y por ello hay que considerar que hacia ahí va la tendencia global.
El auge que podemos imaginar, llevará a que se reduzcan las filas en las cajas de pago de los grandes almacenes, prestadores de servicios y bancos porque se están popularizando a diario las transacciones desde el móvil, de tal manera que la tendencia mundial permite estimar que, la cantidad de dinero generado a nivel global por comercio online, iguale las transacciones con efectivo en pocos años.
Ante esta clara oportunidad de negocio, algunas compañías están desarrollando soluciones como plataformas de tiendas virtuales que visualizan un crecimiento en sus ventas bastante interesante y buscan obtener con ello una mayor participación en su mercado.
Debido a esto, en los últimos años, la internet ha desarrollado un nuevo perfil de comprador para las micros, pequeñas y medianas empresas (las llamadas “Mipymes”): el cliente “non-line”. Estos clientes son los consumidores que no necesariamente compran en línea, sino que revisan y confirman la existencia del producto en la red para después ir directamente a comprarlo en la tienda física. Se trata de una actividad que actúa bajo la idea de: “Busca online, compra offline”. ¿El motivo? El poder comparar precios de una manera cómoda, segura y veraz, sin tener que moverse de su lugar.
Tener una estrategia en punto de venta y online es, para muchos, una buena acción para potenciar ventas, marca y producto, y así reaccionar y mejorar ante la “amenaza” latente de la reforma fiscal.
¡Innovación y creatividad!
M.A.L.D.
http://issuu.com/desarrolloempresarial/docs/revista_febrero_2014
Muchos de estos comerciantes sienten cierto temor hacia las nuevas medidas tomadas en la reforma fiscal actual. ¿Por qué? Quiero pensar que se debe al desconocimiento de la misma y, por supuesto, a lo agresiva de ella. Sin embargo, ante la imposición de la reforma, el sector minorista debe (y tiene) que reaccionar ante la “amenaza fiscal” proponiendo estrategias y trabajo enfocado a la creación de sistemas atractivos, confiables y seguros para sus clientes, con la calidad y competitividad requeridos para la cuestión. ¿Difícil? Creo que nada es fácil en éste medio ni en la vida. ¿Necesario? ¡Sin duda alguna!
Para varios expertos en marketing, este problema se observa al notar que el cliente actual pide un mayor valor añadido a los productos y una demanda más exigente que termina finalmente por disminuir o cambiar sustancialmente sus hábitos de compra. Por esta razón, desde el sector de pequeñas y medianas empresas, se les llama a los vendedores a adaptarse a las necesidades de lo que realmente busca el comprador. Cuando los hábitos de consumo cambian, a las empresas no les queda más alternativa que adaptarse de inmediato para no terminar fuera del mercado. Una reorientación del mercado hacia los productos sustitutos y hacia las ventas online, beneficiarían sus resultados de manera significativa.
De ahí que podamos considerar a las herramientas web como la fórmula perfecta para conocer el perfil del cliente estratégico y, ya conociéndolo, hacer más fácil la optimización de las estrategias de comunicación y la inversión en marketing a través de acciones segmentadas y medibles que son tan necesarias para optimizar esos resultados y permitir afrontar mejor esta condición.
Si tomamos en cuenta además que para el año 2013, las ventas por internet se elevaron alrededor de un 40% en comparación a 2012 en la mayoría de los países latinoamericanos, la tendencia al online se ve claramente favorecida a seguir incrementándose debido a su accesibilidad y a la entrada de más dispositivos móviles conectados a internet, entre otros factores más.
El universo de pagos por internet y de comercio electrónico tiene un gran aliado hoy en día con los smartphones (teléfonos inteligentes) y demás dispositivos móviles, y por ello hay que considerar que hacia ahí va la tendencia global.
El auge que podemos imaginar, llevará a que se reduzcan las filas en las cajas de pago de los grandes almacenes, prestadores de servicios y bancos porque se están popularizando a diario las transacciones desde el móvil, de tal manera que la tendencia mundial permite estimar que, la cantidad de dinero generado a nivel global por comercio online, iguale las transacciones con efectivo en pocos años.
Ante esta clara oportunidad de negocio, algunas compañías están desarrollando soluciones como plataformas de tiendas virtuales que visualizan un crecimiento en sus ventas bastante interesante y buscan obtener con ello una mayor participación en su mercado.
Debido a esto, en los últimos años, la internet ha desarrollado un nuevo perfil de comprador para las micros, pequeñas y medianas empresas (las llamadas “Mipymes”): el cliente “non-line”. Estos clientes son los consumidores que no necesariamente compran en línea, sino que revisan y confirman la existencia del producto en la red para después ir directamente a comprarlo en la tienda física. Se trata de una actividad que actúa bajo la idea de: “Busca online, compra offline”. ¿El motivo? El poder comparar precios de una manera cómoda, segura y veraz, sin tener que moverse de su lugar.
Tener una estrategia en punto de venta y online es, para muchos, una buena acción para potenciar ventas, marca y producto, y así reaccionar y mejorar ante la “amenaza” latente de la reforma fiscal.
¡Innovación y creatividad!
M.A.L.D.
http://issuu.com/desarrolloempresarial/docs/revista_febrero_2014